domingo, abril 18, 2010

9 meses ya...

Ya llevo 9 meses viviendo lejos, en una bella isla en medio del océano pacifico, donde todos los días se puede sentir el calor del sol, la humedad de la tierra y el sonido del mar… donde un barco y un avión, son la única conexión con tierra firme, donde solo la naturaleza sabe si mañana volveremos a despertar.

Estoy en un lugar donde a veces se siente demasiado la soledad, donde somos libres en un espacio muy reducido de tierra, en donde los verdaderos amigos son un preciado tesoro. Aquí se vive el día como si fuera el último segundo de tu vida… la imagen del cielo es una constante postal difícil de retratar o de explicar fielmente, porque nunca podremos retratarla con claridad.

Las noches son cálidas y por momentos eternas, bellas y muy profundas, la luna puede rosar tu cara, mientras con las manos se alcanzan fácilmente las estrellas, al mismo instante en que el viento suavemente te habla al oído, todo esto siempre bajo la atenta mirada de la cruz del sur… a veces me pregunto si vez la luna tal cual lo hago yo…

Escucho Arjona cada viernes por la noche junto a una fría cerveza, relajando así, una semana de bicicleta y de trabajo constante, sin antes haber seguido con la clásica rutina de un café con un pan y el segundo con un cigarro bien recordado. Como aquellos días en mi casa de Maipú.

No salgo mucho de farra en estos lados, debido a que no hay mucho donde salir (hasta tarde) y siempre se ven las mismas caras; más bien me dedico al buceo, la caza submarina nocturna y a tratar de fotografiar a los tiburones que nos siguen en cada una de nuestras expediciones.

Cae la lluvia en este instante, como un golpe de frio en medio de tan grande soledad, pero es tan solo eso… un golpe casi imperceptible, algo que no alcanza a penetrar el calor del día, una nube más, como muchas otras que duran lo mismo que éste cigarro.
Notebook en mano, sentado en el suelo de la terraza de mi casa, que más bien parece cabaña playera, donde como buen buzo, abundan los corales, conchitas pescado fresco y cervezas, me dejo llevar por la fotografía de las estrellas que hace muchos años se robaron de las grandes capitales, ¿apuesto que tu no vez las mismas que veo yo?, aquí las estrellas fugases son pan de cada día, mientras allá son un evento digno de pedir deseos, como un antiguo recuerdo de algo que no volverá a pasar.

Estoy en planes de comenzar entrevistas a pescadores, para comenzar a escribir un libro sobre aquello, algo a mi propio estilo obviamente, algo new age, algo romántico, que por supuesto termine mal, con mucha sangre y con una mujer degollada por vaca jajaja.

Y Arjona sigue sin callarse…. 00:02

¿A veces me pregunto si a esta hora estarás mirando la misma estrella que yo?, ¿o si te acuerdas de mi?... aunque confieso que ya no tengo mucho que recordar, creo que estoy muy lejos y los recuerdos se quedaron en el aeropuerto, o en un rincón de mi casa.

Aquí se está bien, tranquilo y sin sobresalto, no hay problema que el mar no pueda solucionar con su tibieza, con su suavidad, y el color “embrujante” de sus aguas, mientras los peces se dan a la tarea de llenar nuevamente la cabeza de ideas, de esperanza… tranquilidad, es cosa de dejar que fluya como dijeron una vez. (¿Que será de aquella vez?)

Que manera de alumbrar que tiene la luna en esta isla, creo que en ninguno de los lugares que he recorrido, había visto algo así. Dan ganas de abrazar fuertemente un viejo recuerdo y apretarlo hasta el amanecer.

Así es Isla de Pascua, un lugar mágico un lugar para enamorarse de las cosas simples, de la brisa del mar o el sonido que hacen sus olas, del azul de sus aguas, un lugar para enamorarse de quienes dejamos toda la comodidad y tecnología del continente, para vivir un poco mejor, un poco más en naturaleza, libres aunque sea en un pedazo reducido de tierra, esa tierra que te da todo para vivir feliz, a pesar de estas noches en las que se extrañan los viejos y encantadores fantasmas, de un pasado que se encuentra a 3600 kilómetros de distancia.

Tal vez por eso me pregunto si esta noche alguien estará mirando las estrellas, igual como lo hago yo desde aquí. Para compartir el mismo pensamiento digo yo…

Y Arjona por fin se fue a dormir… pero le toca el turno a Sara Mclaughlin y Celine Dion algo puñalero, pero bien para esta hora donde todos duermen, y a mi recién me bajan las ganas de escribir.

Creo que cuando Miguel Bose dijo “dame una isla en medio del mar” estaba pensando en Rapa Nui. ¿Vendrás un día a conocer este lugar? ¿O seguirás allí?

Corre el viento como suave brisa, acariciándome poco a poco, con ternura y calidez, con los ojos cerrados se pueden escuchar voces dentro de mi, una extraña sensación de locura y lucidez, el perfume en el aire lo dan los arboles frutales que hay cerca de mi, y la luna brilla por entre mis parpados, como una pantalla de cine que proyecta imágenes que fueron grabadas hace ya, muchos años.

Nueve meses aquí… recorriendo el mar, pegándole a los tiburones en la nariz para que no me vean cara de pollo con papas fritas, fotografiando peces, buceando entre sueños, entre corales que llevan más años que yo creciendo, y me queda aun mucho por crecer al igual que ellos, aprendiendo de esto y de lo otro, de gente y sus particulares formas de vida.

Ttal vez mañana me vaya a otro lugar, porque no se puede ir en contra de la naturaleza y la mía al parecer no es estar en un solo lugar…. –maldita canción-

Celin dion llega a esta hora de la noche disparando a quemarropa, trayendo recuerdos del sur, como si aun estuviera en posición de subirme a los buces EME, para dormir en los asientos de un centro comercial o un terminal de buses.

Es bueno saber que toda esa gente se encuentra bien junto a su familia, incluso después del terremoto. Y a pesar que hay gustos que merecen un par de palos, los sacrificios nos llevaran al cielo. :P

Como pasa el tiempo… ya nueve meses aquí. Mirando cada día el atardecer, como el sol tiñe lentamente las nubes de rojo, y como la oscuridad va dando paso a un amanecer cada vez más azul; ni el loco de Dalí lo pudo hacer mejor, no hay pintura igual a ésta, no hay imaginación para fotografiar los arcoíris luego de la lluvia, no hay suavidad mejor que la de éste momento, ni claridad más grande que la luna que no estas mirando hoy día, no hay sonido mejor que los grillos… Ni cigarro mejor que el de aquella noche con la última gota de vino, o película mejor que mi propia vida.

Mañana tal vez esté en medio del desierto escribiendo sobre la profunda sensación de las dunas, o de los ovnis que quieran llevarme a dar una pequeña vuelta, o medio muerto por el frio de la cordillera… tal vez… lo cierto es que una vez al año, estaré siempre pensando en que, con tu piel me pude hacer una camisa, que la brisa de tu aliento pudo ser mi aire predilecto, o que con tu voz pude hacer una canción de amor, mientras que tus ojos hubieran sido el brillo del sol.

Aquí estoy, aquí sigo, nueve meses ya…

Tocando las estrellas con la punta de mis dedos, mirando la luna como sonríe en frente de mi y el mar suena a lo lejos, llamándome una vez más a meterme en el, a mojarme en sus tibias aguas, para contarle a todos aquellos que no me leen ni me leerán jamás, que aquí hay un lugar esperando por ustedes, por todos aquellos que no creen que hay un lugar mejor. Es cosa que llamen y tal vez les preste un rincón de mi casa para quedarse a dormir.

Un Abrazo

Mauru´Uru Iorana